Pese a que fui a ver la obra Respira un par de días después del estreno, me quedé con las ganas de ver nuevamente la obra, experimentar las sensaciones que me dio y ver si me producía nuevas sensaciones, tratar de aplicar el curso de actuación que estoy llevando para ver más detalles de los personajes, las características de cada uno, ver si reconocía los esfuerzos de Laban, si obtenía un nuevo mensaje o uno más profundo del que obtuve la primera vez y la verdad… no fue sólo un pálpito, realmente obtuve lo que pensé y más.
Nuevamente el nudo en el estómago… o quizás en el pecho… o ambos. Reconociendo a los personajes con acciones más marcadas, dándome cuenta de situaciones o palabras que no reconocí la primera vez.
Los personajes:
Pilar, la madre, una mujer práctica, totalmente opuesta a su esposo, no muy cariñosa con los hijos, en especial con Mario, el menor, talvez porque es el hijo que tuvo con su esposo, de quien no está enamorada y con quien se casó por estar embarazada. Una mujer triste por dentro, aunque no lo exprese. Se contiene y arma una coraza ante los demás.
Mario, el protagonista, un hombre se podría decir fracasado, pero fracasado por no haber intentado arriesgarse, haber intentado vivir. Siempre huyó de los problemas, nunca los enfrentó, sacrificando su vida personal, quedándose solo. Y ahora quiere intentarlo, pero sus temores son más fuertes y mayores cada vez. Sólo necesita tratar, tratar con todas sus fuerzas, RESPIRAr.
Renato, hermano de Mario, un joven con una sensibilidad grande, que deja llevarse por ideologías que no necesariamente son las mejores, pero que en su momento él identifica como la única forma de liberar al país de sus problemas y miserias. Se equivocó, y pagó las consecuencias, no sin antes dejarnos un valioso mensaje, y estoy segura que a todos los padres que asisten a la obra también.
Felipe, el padre, un hombre que se dice socialista, se dice izquierdista, pero que vive con grandes comodidades. Como dirían, “caviar”. Ama a sus hijos, en especial al mayor a quien ve con grandes posibilidades de seguir su camino en la política, en un partido izquierdista. Tampoco ama a su esposa, las circunstancias y el amor a los hijos lo mantiene unido a ella. Es conciente de un secreto de su esposa quien no sabe que él conoce.
Walter, amigo de Mario en el Colegio, un niño mimado, sobreprotegido, se podría decir que muy aniñado, que trata de seguir las reglas llevado por el temor al castigo. Un niño con problemas de salud, lo cuales no son conocidos por su familia y son deplorados por la sociedad conservadora y exagerada que ve en sus problemas un castigo divino o producto del demonio. La ignorancia de las personas que lo rodean no le permiten desarrollarse. Es un niño bueno… qué le deparará el futuro?
Herlinda, abuela de Walter, una señora que se vio afectada por el golpe de Velasco y sus políticas, una persona racista, cerrada, pegada a la Iglesia Católica de palabra mas no de acción.
Padre Simón, cura de una Iglesia Católica y en la historia, no precisamente un ejemplo de padre sino todo lo contrario, un cura pedófilo y encima orientado al dinero más que al fervor de sus fieles. Un llamado de atención a los padres sobre dónde llevan a sus hijos y de quiénes están rodeados.
Cristo, sí, así es, Jesús también es un personaje, aunque no precisamente el mismísimo Cristo sino una representación de él en la mente de Mario, producto de todo lo aprendido en el colegio y su familia.
En fin… no voy a contar la historia de la obra para que la vean… sólo ciertas características de los personajes. La obra es muy buena, como decía líneas arriba, es un llamado de atención para:
1. Los padres: quienes deben estar preservando la educación de sus hijos, su salud física y mental, las influencias que puedan tener de personas buenas o malas. Los padres son responsables del bienestar de sus hijos
2. Los adultos en general, para estar concientes que deben luchar por su vida, por sus ideales. Que deben RESPIRAr, vivir, tomar riesgos, atreverse, luchar por su bienestar personal, profesional… asumir responsabilidades comenzando por ellos mismos
3. Y también tener en cuenta que existe libertad de expresión, de religión, ideología. Todos no somos iguales pero debemos aceptarnos y respetarnos. Ah!… y nunca olvidarnos que nuestras acciones no sólo repercuten en nosotros mismos sino a los que nos rodean, por lo que debemos ser cautos con nuestras acciones… no afectar a los demás negativamente.